Sola en este mundo, un mundo sin principio ni fin.
Yo lo veo todo, nada me ve a mí.
Yo acepto mis derrotas, aguanto mis rechazos, y celebro mis victorias, porque sé que nada ni nadie aceptará mis derrotas,
aguantará mis rechazos, ni celebrará mis victorias, por mí o conmigo.
Veo todo lo que pasa a mí alrededor y miro lo que me pasa a mí, todos mis pensamientos se hacen eternos y silenciosos.
No puedo decir nada a nadie, si yo estoy triste no puedo demostrarlo y eso hace que no sea yo misma, pero, por mucho que yo no demuestre, mi corazón se entristece cada vez que oye sus palabras, sabe que nunca le podrá tener y aunque sabe que hay otros en algún lugar, mi corazón no se da por vencido,
le sigue amando con la misma fuerza que al principio.
A pesar de esto, hay veces que el amor se convierte en odio, porque te das cuenta de que no aguantas mas esa tortura que te duele tanto…
Hay veces que sus palabras son como puñales que clava en tu piel y hiere el corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario